- VITAMINA
B2 (Riboflavina):
Al igual que la vitamina B1, la riboflavina tiene como misión
más importante, la formación de energía a partir
de las grasas, proteínas y azúcares, siendo en este sentido
esencial para el crecimiento de los niños.
En los regímenes de
adelgazamiento sobre todo en dietas hiperproteicas con inclusión
o no de grasas saturadas, resulta utilísima pues favorece la
degradación de los metabolitos secundarios, pudiendo afirmarse
que una proporción correcta de riboflavina en la dieta, atenúa
los riesgos de una alimentación hiperproteica.
Junto con otras vitaminas
del grupo B y vitaminas A, C, y E, se cree que atenúa el desarrollo
de tumores y dolencias degenerativas; pero este tipo de uso se deben
tener en cuenta otros factores a nivel de oligoelementos que favorecen
sus absorción, siendo por sí solos probados remedios de
gran eficacia sobre todo el selenio, zinc, germanio y fósforo.
La mayor dificultad para la asimilación de la riboflavina, se
da cuando existen carencias de fósforo en la alimentación
o cuando el estómago no segrega suficiente clorhídrico.
APLICACIONES:
- Problemas de piel: Dermatitis
seborreica, acné, psoriasis (asociada a vitamina A, E, selenio,
zinc, magnesio).
- Caspa, caída de cabello y seborrea (asociada a selenio, magnesio,
zinc, cobre y silicio).
- Cefáleas, pérdida de memoria, insominios, mareos, inestabilidad
del humor.
- Procesos alérgicos y asmáticos.
- Stress por alto rendimiento (atletas, vegetarianos, ejecutivos...)
REQUERIMIENTOS DIARIOS:
- De 1,3 a 1,7 mg.
ESTADOS CARENCIALES:
- Problemas en los ojos: Enrojecimiento,
lagrimeo, fotofobia, síntomas irritativos y dificultad de visión
nocturna, con propensión a las cataratas.
- Atonía muscular.
- Procesos alérgicos, asma y procesos inflamatorios.