Recomendaciones: Angustia extrema. Desesperación y desolación. Estado de máximo sufrimiento, cuando se piensa que se ha llegado al límite. Sentimiento interior de vacío. Para personas que han pasado por tragedias muy fuertes. Situaciones en las que creemos que Dios nos ha abandonado. En los casos en los que se tiene la sensación de no poder soportar más una situación. Se pierde la capacidad de creer en nada y orar, nos sentimos frente a un abismo y con las manos vacías sin saber donde apoyarnos.

Posibles síntomas: Profunda desesperación, sentimiento interior de vacío. Angustia aguda. Angustia existencial. Depresión. Sentir que nos estamos muriendo. Dolor extremo.

Símbolo: El Ave Fénix (La muerte y resurrección).

Nos reconecta con: La transformación necesaria para avanzar en nuestro peldaño evolutivo. Volver a nacer. Asirse de nuevo a la vida renovada. Es la flor “alquimista” del sistema. Promueve cambios profundos hacia la liberación del ser.